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Según dio a conocer Nancy Flores, para Contralínea, archivos contables de dicha fundación revelaron que sus ingresos ascendieron a 604 millones 183 mil 995 pesos tan sólo en 2022.
Además, cuenta con un patrimonio valuado en 478 millones 936 mil 33 pesos; un activo circulante de 264 millones 619 mil pesos y, aunque opera en un régimen fiscal que le permite no pagar impuestos, destinó más de 115 millones a la especulación financiera.
Así, entre enero y diciembre de 2022, la Fundación especuló con 86 millones 755 mil 701 pesos en Bondes F y con 28 millones 279 mil en STERGOB, el equivalente a 19% de sus ingresos de dicho año, pese a decirse asociación civil sin fines de lucro.
Los frutos de esas acciones, indica Contralínea también fueron disfrutados por los miembros de su órgano de gobierno: en 2022, entre los 13 integrantes sumaron erogaciones por 5 millones 478 mil 471 pesos e, incluso, la AC le transfirió 103 mil 722 pesos al doctor Graue.
También recibieron esa cantidad:
Alfredo Adam Adam, contador público ex integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM
Klaus Boker Trauwitz, tesorero y consejero de la Fundación Dondé
Ana María López Colome, vocal e investigadora titular C del instituto de Fisiología Celular de la UNAM
Alejandro Alfonso Díaz, vocal y ex director del Centro Médico ABC
Alonso Rodrigo Ares de Parga Álvarez Ugena, vocal y ex directivo de los clubes de futbol Pumas de la UNAM y Gallos Blancos de Querétaro
Xavier Cortés Rocha, secretario y ex director de la Facultad de Arquitectura y ex rector interno de la UNAM
La periodista Nancy Flores explica que, quienes más dinero recibieron de la Fundación Conde de Valenciana fueron:
David Ricardo Abaunza Martínez, director general, 1 millón 630 mil 929 pesos
Carmen Abella de Uslar, administradora, 1 millón 162 mil 433 pesos
José Luis Rodríguez Loaiza, gerente, 739 mil 575 pesos
Juan Manuel Paulin Huerta, director, 582 mil 115 pesos
Fernando Solorio Martínez, director, 335 mil 393 pesos
Ricardo Blas Medina, director, 301 mil 972 pesos
Captación de ingresos
La Fundación Conde de Valenciana cuenta con seis sedes:
ABC Santa Fe, CDMX
San Ángel Inn, CDMX
Polanco, CDMX
Centro, CDMX
Ometepec, Guerrero
Tlaxcala
Sus documentos contables indican que cuenta con una plantilla laboral de 600 personas, cuyos salarios significaron un gasto de 89 millones 209 mil 268 pesos en 2022, y 30 personas trabajaron gratuitamente, bajo el régimen de voluntariado.
La AC se dice dedicada al:
“Beneficio social gracias a los recursos obtenidos a través de cuotas de recuperación, las que se procura mantener siempre a los precios más bajos posibles. Los ingresos que se obtienen por las cuotas de recuperación se emplean cabalmente en el mantenimiento de las instalaciones, en el pago al personal, en la adquisición de nueva tecnología y en apoyar, con servicios médicos y quirúrgicos gratuitos a quien, por su condición económica, no puede cubrir los costos de su atención”.
Sin embargo, en 2022 únicamente benefició a 75 personas con procedimientos quirúrgicos “gratuitos”, pero el costo fue cubierto con donativos en efectivo que recibió ese año, es decir, la fundación no donó ninguna operación.
A excepción de esos 75 pacientes, explica Flores, todos pagaron “cuotas de recuperación” por los servicios recibidos.
De hecho, la información contable de 2022 a cuenta de cómo fueron precisamente las cuotas de recuperación las principales fuentes de ingresos de la AC.
Dichas cuotas se aplican para las consultas oftalmológicas: desde 205 pesos la primera vez (en la sucursal de Ometepec, aunque en la de San Ángel Inn, es de mil 300 pesos); 970 pesos la consulta de urgencias o 540 pesos la consulta exprés o sin cita.
Además, entre sus fuentes de ingresos reporta el uso o goce temporal de bienes inmuebles; apoyos o estímulos proporcionados por la federación, entidades federativas o municipios -dinero público-; enajenación de bienes de su activo fijo o intangible.
También menciona que en 2022 recibió 207 millones 412 mil 759 pesos por los pagos que cubren sus pacientes sometidos a procedimientos quirúrgicos y, en otros ingresos, reporta 188 mil 95 pesos.
Sobre sus donativos, la fundación recibió en 2022:
1 millón 96 mil 692 pesos de persona física nacional
118 mil 850 pesos de persona moral nacional
22 mil 344 pesos en especie
Según expone Flores, la Fundación tiene como objetivo “brindar servicios médico oftalmológicos de manera personalizada procurando que nuestros pacientes reciban los beneficios de la tecnología y el conocimiento médico moderno, sin importar su condición socioeconómica o su grado de marginación social y contribuir así a su bienestar y al desarrollo de México”.
No obstante, su función altruista es marginal, pues privilegia los supuestos bajos costos que, sin embargo, no se respetan en sus clínicas lujosas.
Los archivos contables dan cuenta de cómo la atención de personas en situación de pobreza y marginación sin ningún costo de “recuperación” destino sólo parte de los donativos que recaudó en efectivo: en donaciones obtuvo 1 millón 215 mil 542 pesos y destinó a beneficencia sólo 715 mil 542 pesos.
Pese a haber recibido ingresos anuales superiores a los 600 millones de pesos, en 2022 gastó solo 500 mil pesos de los donativos en “becas” para 30 de sus residentes, asignación que “justificó” como “apoyos académicos”.
Además, no utilizó todos los donativos en especie que recibió en 2022: sus datos internos revelan que el año pasado recibió donaciones de 13 mil 914 micas CR-39, mismas que siguen en bodega. El mismo caso con 4 mil 120 micas hi-index y 5 mil 374 micas bifocales.
También le fueron donadas 14 mil 70 batas quirúrgicas no estériles de tela spundbond para procedimientos quirúrgicos, de las cuales se usaron apenas 8 mil 908 y, 5 mil 162 restantes fueron enviadas a bodega.
Mismo caso con 2 mil 475 batas quirúrgicas no estériles de tela pellón para procedimientos quirúrgicos, que beneficiaron a mil 778 pacientes y, 697 fueron enviadas a bodega.
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