PRIMERA PARTE
No se necesita ser experto en temas climáticos, para ubicamos en la línea de los luchadores por preservar nuestra aldea común y en ese vital objetivo, cooperar al menos con nuestros gritos, escritos, tele auditivos y/o cibernéticos, para revertir el calentamiento global que ya nos agobia.
La Cumbre Amazónica de Brasil, que con toda razón reclama más poder de decisión para los países de la cuenca, llevada a cabo por sus gobernantes y muy especialmente por los pueblos indígenas el martes 8 y el miércoles 9 de agosto 2023; así como a representantes de la sociedad civil en Belém do Pará, en el norte de Brasil, ha representado un intento de empoderar a los países de abundancia forestal en los trópicos y también a las propias comunidades ancestrales y locales, informa al mundo Reporteros en Español; fieles a su pedido “de compártelo con tus amigos”, cumplimos aunado a nuestro compromiso enunciado.
“Unidos por nuestros bosques”, es el título del comunicado conjunto con que terminó la Cumbre de los ocho países amazónicos más Congo-Brazzaville, la República Democrática del Congo, Indonesia -países con grandes bosques tropicales- y San Vicente y las Granadinas, como presidente actual de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC.
Destaca la nota, que a la mitad de los diez puntos del comunicado se reprocha a los países industriales del Norte. Primero por el incumplimiento de sus compromisos de proporcionar cien mil millones de dólares anuales para que los países del Sur en desarrollo enfrenten la crisis climática, apenas el 0,7 por ciento de su renta nacional bruta en ayuda oficial al desarrollo y de doscientos mil millones de dólares anuales hacia 2030 para la conservación de la biodiversidad.
Además, en el comunicado se condenan medidas ambientales como “una restricción encubierta al comercio internacional”, reclama “acceso preferencial de los productos forestales” y que los países ricos aceleren la descarbonización de sus economías.
La Cumbre al referirse a la emergencia climática, denuncia con especial brío, que ya afecta los bosques tropicales en todo el mundo, en una aparente respuesta a las presiones de los países desarrollados por el fin de la deforestación en los países tropicales.
En cambio, hace un reconocimiento de la “inestimable contribución de los pueblos indígenas y las comunidades locales” a la conservación de los bosques tropicales y llama a los países poseedores de gran biodiversidad y riqueza forestal al diálogo por mayor influencia en los foros internacionales y en la gestión de los recursos para la conservación.
Participaron en la cumbre de la Organización del Tratado de la Cuenca Amazónica, OTCA, cuatro presidentes de países amazónicos, Bolivia, Brasil, Colombia y Perú, y los dos congoleses. Los demás miembros del grupo -Ecuador, Guyana, Surinam y Venezuela- estuvieron representados por otros altos delegados de los gobiernos.
Destacamos, Más de 800 indígenas se manifestaron por las calles de Belém do Pará en su “Marcha de los Pueblos de la Tierra por la Amazonia” los representantes de los pueblos indígenas amazónicos demandaron la defensa de sus territorios, así como una mayor participación en los destinos de la cuenca y de decisiones de mitigación y adaptación a la crisis climática. CONTINUARÁ.
NO SÓLO LA DEFORESTACIÓN ATENTA CONTRA AMAZONÍA, HAY QUE SUMARLE LA MINERÍA Y EL PETRÓLEO (II)
SEGUNDA PARTE
Al Continuar con el tema vital de La Cumbre Amazónica de Brasil, que es el principal pulmón de nuestra aldea global, y después de referirnos tanto al reclamo de más poder de decisión para los países de la cuenca, como al incumplimiento del Norte en cuanto a sus compromisos de proporcionar cien mil millones de dólares anuales para que los países del Sur en desarrollo enfrenten la crisis climática, apenas el 0,7 por ciento de su renta nacional bruta en ayuda oficial al desarrollo y de doscientos mil millones de dólares anuales hacia 2030 para la conservación de la biodiversidad.
Vamos a referirnos a la criminal explotación de las empresas mineras, también denunciada en la macro Cumbre que reunió a más de treinta mil participantes mismos que aprobaron una carta a los jefes de Estado en que reclaman sus derechos, especialmente la demarcación y protección de sus territorios.
En efecto, “Asegurar los derechos de los pueblos indígenas, comunidades locales y tradicionales” es una de las 113 “decisiones” que componen la “Declaración de Belém”, firmada por los gobernantes y delegados de los ocho integrantes de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica Otca, conformada en 1995 para operar el Tratado anterior suscrito en 1978.
Recordemos, la cuenca amazónica es un bioma de selva tropical con 7,5 millones de kilómetros cuadrados y más de cuarenta millones de habitantes -según datos del gobierno brasileño-, dos millones de ellos pertenecientes a quinientos pueblos indígenas. La Cumbre de Belém fue la primera del grupo desde 2009.
Vamos al motivo de esta entrega, Periodista en español, nos relata que en el bioma amazónico hay 4114 explotaciones garimpeiras ilegales, que echan más de 150 toneladas anuales de mercurio en sus ríos, según registro puntual de la, Otca.
En la misma se acusó que en los últimos cuatro años la actividad se intensificó en Brasil, obvio, bajo el gobierno del expresidente Jair Bolsonaro -2019-2022-, a quien señalaron con pruebas irrefutables de haber siso un incentivador de la minería incluso en tierras indígenas.
Además de acciones para “erradicar la exploración ilícita de minerales”, la Cumbre Amazónica reconoció la expansión del crimen organizado en la región y la necesidad de la cooperación regional para enfrentar los variados delitos, no solo ambientales.
Para ello se propuso un Centro de Cooperación Policial Internacional de la Amazonía con Manaus, capital del estado brasileño del Amazonas. CONTINUARÁ.
NO SÓLO LA DEFORESTACIÓN ATENTA CONTRA LA AMAZONÍA, HAY QUE SUMARLE LA MINERÍA Y EL PETRÓLEO (III)
Los agostos fueron superiores en la casa paterna, se celebraban los cumpleaños y onomásticos de nuestros padres, les rindo el homenaje anual al médico y poeta, Fortino Rentería Meneses, “El Cantor de Iztapalapa” y a su inspiración, María Arróyave Vázquez.
TERCERA PARTE
El tema vital de La Cumbre Amazónica de Brasil, que como y dijimos es la reserva mundial por ser el principal pulmón de nuestra aldea global, da para mucho más, considerando que la deforestación es la mayor amenaza al bioma, que según la declaración gubernamental reconoce que el riesgo mayor a “punto de no retorno” o de inflexión, según lo han advertido desde hace mucho tiempo los investigadores para la Amazonia, en el sentido de que si la parte deforestada supera veinte por ciento de sus bosques, el colapso sería inminente.
A partir de ese punto el deterioro forestal es irreversible y la tendencia, según los climatólogos, es la sustitución de los bosques tropicales en sabanas, así lo explica Reporteros en español.
Las estimaciones de la deforestación actual varían entre diecisiete y dieciocho por ciento, pero hay un factor de incertidumbre que son las áreas degradadas, de supresión parcial de la vegetación original, que alcanzan una extensión superior.
En gran parte del sur y este de la Amazonia brasileña, de intensa deforestación, se sobrepasó el punto de inflexión, donde las investigaciones comprobaron que la emisión de gases del efecto invernadero superan la captura que es natural en los bosques.
Sin embargo, si la humanidad todas se aplica, se puede recuperar la capacidad de regeneración forestal con una amplia e inaplazable reforestación, así lo asegura Carlos Nobre, copresidente del Panel Científico para la Amazonia.
Más que superior, porque en ello va la vida de nuestro planeta Tierra, es la declaración del gobierno brasileño que fijó como meta la “deforestación cero” en la Amazonia hasta 2030. Por desgracia no logro que la Cumbre lo aprobara como meta general.
Sin embargo, la declaración de Belém anuncia una Alianza Amazónica de Combate a la Deforestación, “para evitar el punto de no retorno”.
Las declaraciones del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, reclamando el apoyo financiero de las naciones ricas y las resoluciones de la Cumbre hacen de los bosques tropicales un instrumento de poder en las negociaciones internacionales.
“Si quieren preservar lo que hay de bosques, hay que poner dinero no solo para cuidar la copa de los árboles, sino también el pueblo que vive debajo”, dijo Lula para cobrar el prometido aporte del “mundo rico” para la mitigación del cambio climático.
Lula, como anfitrión de la Cumbre y presidente del país que contiene 62 por ciento del bioma amazónico, adoptó el activismo ambiental y climático como factor de su protagonismo internacional. CONTINUARÁ.
NO SÓLO LA DEFORESTACIÓN ATENTA CONTRA LA AMAZONÍA, HAY QUE SUMARLE LA MINERÍA Y EL PETRÓLEO ((IV)
CUARTA Y ÚLTIMA PARTE
CUERNAVACA, MORELOS. La inicua deforestación, la brutal explotación de la minería y, nuestro tema de ahora, la inmisericorde extracción del petróleo que no logró una contundente repulsa en La Cumbre Amazónica de Brasil, es el tercer flagelo que atenta contra el pulmón más importante de nuestro planeta Tierra.
Es de entenderse, aunque imposible de compartir, que el país más grande y más poblado de Latinomérica, necesite en forma urgente para recuperarse de su alicaída economía de la explotación de sus recursos naturales, obvio, en forma mediata con la extracción de sus hidrocarburos, precisamente en esa zona amazónica que es deber de todos defender y preservar.
Ya dejamos asentado. que el presidente Lula da Silva, como anfitrión de la Cumbre y presidente del país que contiene 62 por ciento del bioma amazónico, adoptó el activismo ambiental y climático como factor de su protagonismo internacional.
Sin embargo, como lo consigna con puntualidad Reporteros en español, puede perder su bien ganada imagen de “campeón del ambientalismo” si logra la aprobación, por las autoridades ambientales, de abrir pozos exploratorios de petróleo en la cuenca de la desembocadura del río Amazonas.
Es de recordarse que la autorización, pedida por la empresa estatal Petrobras, fue negada en mayo, pero Lula ya declaró tener esperanza de una nueva decisión favorable.
En la Cumbre Amazónica tuvo Lula como opuesto al presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien propuso abolir la actividad petrolera en toda la Amazonia, también sin lograr el consenso.
Estas dos encontradas posiciones se basan o se complementan en el incumplimiento de los países más ricos del mundo para entrar al rescate de la zona Amazónica de Sudamérica.
Además, “La declaración abarca una serie de temas, pero no define ni metas ni indicadores que permitan evaluar avances. Los gobiernos han sido tímidos en abordar los problemas que ponen a la Amazonia en un punto de no retorno y que podría ser pronto una región fallida si no se adoptan medidas urgentes”, señala Alicia Guzmán, codirectora del Programa Amazonía de Stand.earth, quien estuvo presente en Belém.
Guzmán menciona que la dependencia de los estados a las industrias extractivas no les ha permitido entender el momento histórico en el que está la región. “Si bien habla de minería, no se toca el tema de la agroindustria y su rol como responsable del 86 por ceinto de la deforestación.
“El tema petrolero quedó por fuera, a pesar de que su rol en la deforestación y degradación es de vital importancia para una transición energética justa. Es una mirada miope”, agrega Guzmán, quien también es coordinadora de la iniciativa “Amazonía por la Vida: protejamos 80 por ciento al 2025”.
La referencia a los hidrocarburos en la Declaración de Belém está expresada en el punto 79, pero su abordaje es superficial. Solo se detalla que se debe “iniciar un diálogo entre los Estados Parte sobre la sostenibilidad de sectores tales como minería e hidrocarburos en la Región Amazónica, en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus políticas nacionales soberanas”.
Consultada sobre el tema del petróleo, la ministra de Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, señaló que se ha logrado “poner el tema en la agenda” y que por lo conversado en la reunión de presidentes “será un tema que se seguirá discutiendose”. Pero dijo que es “un contrasentido” querer salvar la selva, uno de los mayores ecosistemas para absorber carbono y, al mismo tiempo, producir carbono a través de la explotación petrolera.
Por ello mismo, la Declaración de Belém ha sido recibida con decepción por los pueblos indígenas y las organizaciones ambientalistas. “Las explotaciones petroleras son precursoras de deforestación porque abren vías y accesos, por tanto, frenar la frontera de explotación de petróleo es un mensaje poderosísimo de la Amazonia para el mundo”, señaló Muhamad y agregó que, aun cuando todos los países, incluido Colombia, tienen petróleo en la Amazonía, lo que se propone desde este país es “que no se abran nuevos bloques. Es un tema que está sobre la mesa y sólo el presidente Petro lo dejó muy claro”: NO a la extracción petrolera.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias.com
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