Este aumento, que multiplicaría por siete la capacidad actual de PEMEX, forma parte de una estrategia gubernamental más amplia para fortalecer la soberanía energética de México. La Sener ha afirmado que esta expansión en la producción eléctrica contribuirá a que la generación del sector público aumente del 54% al 59% del total nacional al cierre del sexenio.
Un giro estratégico hacia la cogeneración
La clave de este ambicioso plan radica en la apuesta de PEMEX por la cogeneración eléctrica. Este proceso, que utiliza el calor residual de las refinerías y plantas petroquímicas para generar electricidad, permitirá a la empresa diversificar sus fuentes de ingresos y aprovechar de manera más eficiente sus recursos.
Según los planes, se instalarán plantas de cogeneración en diversas instalaciones de PEMEX a lo largo del país. Entre ellas destacan la refinería de Tula, Hidalgo, la de Salina Cruz, Oaxaca, y el complejo petroquímico de Cangrejera en Veracruz. Estos proyectos sumarán una capacidad considerable al Sistema Eléctrico Nacional, aportando un impulso significativo a la producción energética pública.
Recuperación de la soberanía energética, según el gobierno
Para el gobierno, este movimiento representa un paso decisivo hacia la recuperación de la soberanía energética del país. El regreso de PEMEX y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a su estatus de empresas públicas, tras una reforma firmada en octubre de 2024, marca un cambio de paradigma respecto a las políticas del "libre mercado" defendidas por administraciones anteriores.
La actual administración ha criticado en repetidas ocasiones la dependencia del sector privado en la generación de energía, una política que, según su visión, comprometía la seguridad y accesibilidad de los servicios públicos. En contraste, el fortalecimiento de las empresas estatales como PEMEX y CFE, que ahora operan sin la presión de la rentabilidad económica, se presenta como la vía para garantizar precios accesibles y el suministro para todos los mexicanos.
El debate continúa
Mientras el gobierno celebra este avance como un logro en materia de soberanía, la medida ha reavivado el debate entre defensores y detractores del modelo de mercado. Los críticos de la medida, a los que el mensaje del presidente de la República se refiere como "neoliberales", señalan que este tipo de iniciativas podría generar ineficiencias y afectar la sostenibilidad financiera a largo plazo. Sin embargo, para el gobierno, la recuperación del control estatal sobre sectores estratégicos como la energía es una prioridad innegociable.
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