Ciudad de México – México ha logrado una victoria diplomática y económica significativa al ser elegido por unanimidad como anfitrión de la Cumbre de Líderes de APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico) en 2028. Esta designación posiciona al país como un punto focal para las economías que, en conjunto, representan más del 60% del PIB mundial y la mitad del comercio global.
La decisión, celebrada por el gobierno mexicano como un "golpe sobre la mesa mundial", prepara al país para recibir a delegaciones de potencias como China y Rusia, así como a las economías más influyentes de Asia y el continente americano. Expertos señalan que esta elección podría ser un indicativo de un cambio en el panorama geopolítico, con la mirada de las grandes potencias girando cada vez más hacia el sur global.
Analistas consultados por CNN sugieren que la acogida de APEC 2028 por parte de México resuena con la creciente influencia del bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), y podría fortalecer los lazos de México con este grupo de economías emergentes. "Hay un claro aroma a multipolarismo en el aire", comentó la Dra. Elena Durán, especialista en relaciones internacionales. "México, históricamente cercano a sus vecinos del norte, parece estar diversificando sus alianzas y afirmando una postura de soberanía más acentuada en el escenario global".
La cumbre APEC 2028 ofrecerá a México una plataforma sin precedentes para impulsar sus intereses económicos y estratégicos, así como para consolidar su rol como actor clave en la configuración del nuevo orden mundial. La expectativa es alta, no solo por las oportunidades comerciales y de inversión que se generarán, sino por el mensaje geopolítico que un México "soberano y aliado del multipolarismo" enviaría al resto del planeta.
Este acontecimiento marca un momento crucial para la diplomacia mexicana, sugiriendo un "nuevo rumbo poderoso" en su política exterior y económica.
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