El Gobierno de Estados Unidos elevó las tensiones con Venezuela tras la incautación de un enorme buque petrolero frente a sus costas, acción confirmada por Donald Trump desde la Casa Blanca. El mandatario presumió que se trata del “más grande jamás incautado”, mientras insinuó que “otras cosas están por conocerse”, frase que reactivó el temor de una intervención militar contra Caracas. La operación, ejecutada por la Guardia Costera estadounidense, golpea directamente la exportación de crudo venezolano y podría disuadir a otros transportistas, según reportes de Bloomberg. En un mercado ya presionado, el movimiento provocó un alza inmediata en los precios internacionales del petróleo.
Venezuela acusa a Washington de buscar control sobre sus vastas reservas energéticas. Analistas prevén que esta acción podría marcar un nuevo punto de quiebre en la disputa geopolítica del continente.
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