Por: Gabriel Davalos
Dos devastadores incendios forestales han desatado emergencias en Tamaulipas, consumiendo hasta el momento un total de 136 hectáreas de valiosa vegetación. El primero de estos incendios, iniciado el 27 de marzo en Miquihuana, y el segundo, surgido el 4 de abril en El Mante, han desencadenado una rápida respuesta de las autoridades.
Con un equipo de 384 combatientes respaldados por 21 vehículos, se ha puesto en marcha una operación masiva para sofocar las llamas. En un esfuerzo coordinado, el Ejército ha activado el Plan DN-III-E, mientras que la Guardia Nacional ha implementado el Plan GN-A para brindar apoyo a la población afectada.
El ejido San Rafael en El Mante ha sido gravemente afectado, con 65 efectivos militares y 26 agentes de la Guardia Nacional, trabajando incansablemente junto a las autoridades locales. Por otro lado, en Miquihuana, más de 132 hectáreas han sido arrasadas, con un contingente compuesto por 99 elementos del Ejército, 22 de la Guardia Nacional, y colaboradores estatales y locales.
A pesar de los esfuerzos desplegados, los incendios aún no están bajo control total. Sin embargo, se ha logrado un avance significativo, con un 80% del fuego contenido en El Mante y un 85% en Miquihuana. Se estima que un 70% y un 75% del incendio respectivamente han sido ya liquidados.
La comunidad permanece en vilo mientras las autoridades y los valientes equipos de combate continúan sus esfuerzos para contener y extinguir estos peligrosos incendios que amenazan la biodiversidad y la seguridad de la región.
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